La contaminación de las las dunas de Samalayuca, la sobre explotación de acuíferos, y la falta de atención y promoción de los destinos turísticos como la Hacienda de Samalayuca y el balneario Ojo de la Casa, además de la zona de petrograbados, ha provocado un impacto ambiental, en éste seccional del municipio de Juárez.
La falta de cultura ecológica del turismo que llega a este lugar procedente principalmente de Ciudad Juárez ha dañado esta zona protegida.
Javier Meléndez, ex presidente seccional, menciona que el daño a la flora y fauna es provocado por la gente que acude a los diferentes lugares turísticos, “ya ebrios no les importa dejar la basura donde sea”, señala Meléndez.
Las dunas de Samalayuca, su flora y su fauna son áreas protegidas de acuerdo al decreto del 5 de junio de 2009, publicado en el Diario Oficial de la Federación y que entró en vigor al día siguiente de su publicación.
El día 5 de junio de 2009, se publica en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se declara área natural protegida, con el carácter de área de protección de flora y fauna, la zona conocida como Médanos de Samalayuca, localizada en los municipios de Juárez y Guadalupe, en el Estado de Chihuahua, con una superficie total de 63,182-33-07.035 hectáreas, por conformar una de las representaciones naturales más importantes de nuestro país, ecosistema relictual en donde se dan condiciones de aridez, que permiten la formación de montículos de arena fina resultado de procesos erosivos milenarios que contienen gran variedad de grupos de plantas halófitas propias de dunas.
Cabe señalar que además en el área de los Médanos de Samalayuca, correspondiente a la Región Hidrológica número 34 Cuencas Cerradas del Norte, se captan en promedio 160 milímetros de precipitación al año, en una región desértica donde los flujos superficiales continuos no existen y por ende el agua que se encuentra en los manantiales Ojo de Samalayuca, Ojo de la Casa, Ojo de En Medio y Ojo de la Punta, resulta vital para el desarrollo de actividades antropogénicas, y en donde el aprovechamiento del agua subterránea resulta de suma trascendencia en esta zona para las actividades industriales dadas las características particulares del ecosistema de dunas, por lo que los servicios ambientales que provee el área deben protegerse.
El Desierto Chihuahuense, del cual forman parte los Médanos de Samalayuca, es uno de los sitios en buen estado de conservación, alto en endemismos, que contiene ecosistemas representativos, entre los que resaltan los médanos, que constituyen un sistema complejo único de dunas de arena compuestas por dióxido de sílice, reconocidas como las más altas de nuestro país, de los que dependen la existencia, transformación y desarrollo de alrededor de 248 especies de plantas y 154 especies de fauna.
El Programa de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna Médanos de Samalayuca, constituye un instrumento de planeación y regulación basado en el conocimiento de la problemática del área, sus recursos naturales y su uso sustentable.
Sin embargo, la explotación de los recursos naturales de Samalayuca está provocando un impacto ambiental, no solo en los acuíferos, por extracción continua de agua por parte de las termoeléctricas instaladas en la zona, sino por la contaminación de las dunas, generada por el turismo.
Las dunas de Samalayuca, su flora y su fauna son áreas protegidas de acuerdo al decreto del 5 de junio de 2009, publicado en el Diario Oficial de la Federación y que entró en vigor al día siguiente de su publicación.
El día 5 de junio de 2009, se publica en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se declara área natural protegida, con el carácter de área de protección de flora y fauna, la zona conocida como Médanos de Samalayuca, localizada en los municipios de Juárez y Guadalupe, en el Estado de Chihuahua, con una superficie total de 63,182-33-07.035 hectáreas, por conformar una de las representaciones naturales más importantes de nuestro país, ecosistema relictual en donde se dan condiciones de aridez, que permiten la formación de montículos de arena fina resultado de procesos erosivos milenarios que contienen gran variedad de grupos de plantas halófitas propias de dunas.
Cabe señalar que además en el área de los Médanos de Samalayuca, correspondiente a la Región Hidrológica número 34 Cuencas Cerradas del Norte, se captan en promedio 160 milímetros de precipitación al año, en una región desértica donde los flujos superficiales continuos no existen y por ende el agua que se encuentra en los manantiales Ojo de Samalayuca, Ojo de la Casa, Ojo de En Medio y Ojo de la Punta, resulta vital para el desarrollo de actividades antropogénicas, y en donde el aprovechamiento del agua subterránea resulta de suma trascendencia en esta zona para las actividades industriales dadas las características particulares del ecosistema de dunas, por lo que los servicios ambientales que provee el área deben protegerse.
El Desierto Chihuahuense, del cual forman parte los Médanos de Samalayuca, es uno de los sitios en buen estado de conservación, alto en endemismos, que contiene ecosistemas representativos, entre los que resaltan los médanos, que constituyen un sistema complejo único de dunas de arena compuestas por dióxido de sílice, reconocidas como las más altas de nuestro país, de los que dependen la existencia, transformación y desarrollo de alrededor de 248 especies de plantas y 154 especies de fauna.
El Programa de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna Médanos de Samalayuca, constituye un instrumento de planeación y regulación basado en el conocimiento de la problemática del área, sus recursos naturales y su uso sustentable.
Sin embargo, la explotación de los recursos naturales de Samalayuca está provocando un impacto ambiental, no solo en los acuíferos, por extracción continua de agua por parte de las termoeléctricas instaladas en la zona, sino por la contaminación de las dunas, generada por el turismo.
Javier Meléndez, ex presidente seccional, señala que el turismo genera una contaminación que afecta la flora y fauna, sin que se haya logrado crear una conducta de respeto a la naturaleza.
El Ojo de la Casa, se ubica 6 kilómetros al poniente del poblado de Samalayuca y a 26 de la antigua garita del kilómetro 30 de la Panamericana. El lugar es administrado por mujeres, madres e hijas de ejidatarios, quienes desde el 2010 se dieron a la tarea de reconstruir el lugar que estuvo abandonado por espacio de 15 años y lo convirtieron en un detonante de desarrollo para esa comunidad que decidió aprovechar la naturaleza y los vestigios históricos como polo turístico.
El casco de la Hacienda de Samalayuca fue construido en 1880 alrededor del manantial conocido como Ojo de la Casa, como una fortaleza de defensa contra los apaches y para proteger los intereses ganaderos de la entonces Hacienda de Samalayuca, propiedad de Inocente Ochoa.
La construcción del edificio es a base de mampostería, piedra obtenida del mismo lugar, la cual fue pegada con una mezcla hecha a base de caliche (piedra caliza).
Otro atractivo turístico son los petroglifos, ubicados en los cerros cercanos al poblado, y que muestran caracteres de la vida de los pueblos que poblaron la zona. La presencia de asentamientos humanos en Samalayuca se remonta a varios siglos ante de la llegada de los españoles .Según Meléndez Cardona, los petrograbados de la Sierra de Samalayuca, se les atribuyen a la culturas Mogollón y Anazasi, estos tallados se estima, datan de los años 900 a, C. al 1300 d, C.
Samalayuca está rodeada de grandes empresas que generan una fuente muy importante de empleo, aunque irónicamente el desempleo entre la comunidad que habita en ese poblado rebasa el 50%. Empresas como Cementos de Chihuahua, la Termoeléctrica de Samalayuca, y ahora el proyecto Samalayuca Cobre.
Samalayuca está rodeada de grandes empresas que generan una fuente muy importante de empleo, aunque irónicamente el desempleo entre la comunidad que habita en ese poblado rebasa el 50%. Empresas como Cementos de Chihuahua, la Termoeléctrica de Samalayuca, y ahora el proyecto Samalayuca Cobre.
Javier Meléndez Cardona, integrante del comité directivo ejidatario, dio a conocer el inicio de
operaciones de la empresa minera Samalayuca Cobre, en el ejido Ojo de la Casa.
El proyecto pretende explotar los mantos de cobre que tiene la Sierra de Samalayuca, después de liberar los permisos ante la Comisión Nacional de Áreas protegidas.
La empresa minera estará sujeta a una doble regulación ambienta, y ya inició con los trabajos de exploración.
Entre otras medidas para proteger el medio ambiente, la empresa separará el cobre de la piedra por un proceso llamado Lixiviación, es decir, no utilizara cianuro, sino ácido sulfúrico a un 3 por ciento en una solución de agua, para cambiar el PH, y así poder hacer la lixiviación.
Mencionó que la empresa se vio principalmente frenada por la demora en las modificaciones al Plan de Manejo de la zona natural protegida de Samalayuca.
La inversión será de mil millones de dólares, y generara mil 200 empleos directos e indirectos, con inversionistas principalmente mexicanos y también canadienses.
Además dijo que esto ayudará a combatir el rezago en desempleo que existe en Samalayuca, que es aproximadamente de 67 por ciento.
El ejidatario dijo que el decreto que declaró a Samalayuca como Zona Natural Protegida en 2009, frenó diversas actividades de desarrollo en el poblado en los sectores agroindustrial, minero y turístico.
El olvido de las autoridades de los tres niveles de gobierno es evidente, desde que se entra a Samalayuca por su calle principal, la carretera Panamericana, construida en 1954, se aprecia la falta de atención de los gobernantes, a una comunidad que está rodeada de empresas importantes, como Cementos de Chihuahua, la tercera más grande del mundo y cinco subestaciones termoeléctricas, esta comunidad enfrenta un grave rezago, atribuido al abandono oficial “Que no se olviden de Samalayuca”, expresa el funcionario.
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