Samalayuca: Petrograbados

Por: Gemma Georgina Reyes de la Torre

Samalayuca es uno de los poblados del estado de Chihuahua que cuenta con una extensa variedad de flora y fauna junto con una diversidad de paisajes.

            El municipio de Samalayuca tiene sus orígenes en ranchos y haciendas ganaderas que se establecieron dentro de la zona, a pesar de los climas extremos, debido a la existencia de pozos de agua.

Entre los paisajes más atractivos de la comunidad se encuentra la de la zona histórica de los petrograbados, que son atribuidos a la tribu Mogollón.

La relevancia de esta zona ha sido tan fuerte que hace apenas algunos años se declaró que alrededor de mil petrograbados, con una antigüedad de mil quinientos años, fueran declarados como patrimonio cultural por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

            Es común encontrar grabados de animales, como borregos y otras figuras de humanos, trazados con diferentes técnicas, como el puntillismo. Las figuras que se encuentran ahí están talladas en piedra y son de un tamaño pequeño, a comparación del tamaño natural, y su elaboración está hecha con pigmentos vegetales y animales.

Entre otras imágenes que se pueden encontrar en los petrograbados son los rituales hacia su representación del Dios del agua, como también se reportó se reportó el hallazgo de una máscara de la “cachina” que fue usada en los mismos rituales.

Estas formaciones rocosas han sido una parte significativa para los pobladores en Samalayuca, sin embargo, éstas no se salvan de los actos vandálicos de turistas o, incluso, de algunos lugareños, ya que varios de los petrograbados han sido víctimas del graffiti, factor que nos indica la poca protección que tienen debido a su fácil acceso.

Otra reciente amenaza con la que esta zona se encuentra es la nueva mina que iniciará próximamente su proyecto en esta locación. Esta situación se ha vuelto preocupante, pues no sólo podría afectar a la zona de los petrgrabados, sino que también se estaría hablando de la completa contaminación de nuestros mantos acuíferos.

Es una lástima que las grandes corporaciones tengan la influencia suficiente como para poder atentar en contra de los bienes de toda una comunidad en general, pero lo es aún más que no se tenga aprecio por esta clase de zonas, ya que no se encuentran con el resguardo suficiente como para que no sean los blancos de estos atentados.