Un
yacimiento importante de gas shale se extiende a lo largo del Valle de Juárez,
dicho combustible asegura su abundancia por casi un siglo, para extraerlo se
requiere grandes cantidades de agua, situación que podría poner en riesgo la
sustentabilidad del vital líquido en la región.
Gustavo
Córdova Bojórquez, profesor e investigador del Colegio de la Frontera Norte
(COLEF), exhibió esta problemática en el Congreso Internacional de Agua y
Sequia organizado por el Colegio de Chihuahua, (COLECH), la Comisión
Internacional de Límites y Aguas (CILA) y el Cuerpo Académico de Estudios del
Agua (CAEA).
El especialista explicó que este
tipo de gas es también conocido como gas lutita o esquisto y se encuentra en
formaciones rocosas muy profundas; se utilizan para la producción de gas y
petróleo.
Para la extracción de este gas es
necesario fracturar la roca con agua a muy alta presión, situación que podría
generar un alto grado de estrés hídrico, situación que se ha comprobado en los
estados en donde ha comprobado la presencia de gas esquisto.
Córdova Bojórquez, mencionó que
hasta que se encuentre una nueva tecnología para explotar el gas shale, no se
podrá aprovechar la presencia del combustible en Juárez, Guadalupe, Praxedis,
Benavides y Ojinaga.
Mencionó que para la explotación de estos
yacimientos se requieren grandes cantidades de agua, situación que no es
posible debido a la poca cantidad de agua de la región, además pone en riesgo
de agotamiento o contaminar el agua disponible.
En el caso de los mantos acuíferos que abastecen a Juárez, El Valle y Samalayuca, las diversas actividades como agrícolas o las industriales generan un déficit en los diferentes mantos del estado. Por ejemplo, el manto acuífero en el Valle de Juárez tiene un recarga de 125.9 millones de metros cúbicos, se extraen 212. Eso da como resultado una pérdida de 86.5 millones de metros cúbicos de agua.
En el caso de los mantos acuíferos que abastecen a Juárez, El Valle y Samalayuca, las diversas actividades como agrícolas o las industriales generan un déficit en los diferentes mantos del estado. Por ejemplo, el manto acuífero en el Valle de Juárez tiene un recarga de 125.9 millones de metros cúbicos, se extraen 212. Eso da como resultado una pérdida de 86.5 millones de metros cúbicos de agua.
Comparó la situación de otros
estados en relación a la explotación del gas esquisto con esta región,
aludiendo las posibilidades que presentan Tamaulipas y Veracruz debido a su localización
geográfica en donde el recurso de agua es altamente sustentable, además de aprovechar
la posibilidad de transportar el producto vía marítimo.
Para finalizar, concluyo que para
lograr la extracción del esquisto se necesita considerar arreglos entre
particulares para el uso del suelo y la renta de la misma, además de evaluar
los impactos ambientales y sociales que se podrían generar.
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