miércoles, 20 de mayo de 2015

Beber o no beber. Esa es la cuestión.

Por César Graciano.

“There's blood in the water
Don't drink the wáter”
Dave Matthews Band

Un informe de 2014 del Kantar Worldpanel México demostró que se compran 1,546 litros de agua purificada por hogar, esto es el doble que lo consumido por Centroamérica en el mismo periodo de tiempo.
            A su vez el último informe de la Beverage Marketing Corporation demostró que México es el país que más agua embotellada consume, con 234 litros por persona, que es casi el doble que Estados Unidos, el segundo lugar, donde se consumen 119 litros de agua embotellada por habitante.
            ¿Por qué tomamos mucha agua embotellada? Cecilia Lartigue Baca, coordinadora ejecutiva del Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua en la UNAM, declaró para el diario 24 horas que no es coincidencia que México tenga ese consumo tan elevado de agua ya que el mexicano tiene una mala percepción del agua potable que sale de las tuberías.
            Lo que Lartigue Baca afirma me parece certero, porque, ¿cuántas veces no nos toca ver que el agua de la tubería sale de colores impropios del agua?
            Toda la vida he tomado agua que viene de botellas y de garrafones. En mi casa jamás se ha tomado agua que venga de la tubería como agua para beber, de hecho, cuando niño, era regaño seguro si te veían tomando agua “de la llave”.
            Podría parecer que consumir tanta agua que viene en botellas no es un problema, pero, en realidad, lo es. Primero que nada hacemos dos veces el mismo gasto: pagamos por el agua que llega a casa, que se supone que podemos consumir, y pagamos por el agua embotellada que compramos. Compramos agua dos veces. Este es el problema económico, otro es el ecológico: las millones de botellas de PET que se usan.
            Este problema es fácil de cambiar: se debe de dar mejor agua y cambiar la imagen que el grueso poblacional tiene de ésta. Pero. ¿se puede?
            Quizá no.
            Durante el Congreso Internacional de Agua y Sequía la maestra Rosa Manuela Salas, docente en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, presentó los resultados de su investigación sobre los niveles de arsénico en el agua potable de Ciudad Juárez.
            Según la Norma Oficial Mexicana 127 de Salud Pública, el nivel máximo aceptable de arsénico en el agua es de 0.05 miligramos por litro.
            Antes de continuar y asustarnos, ¿qué es el arsénico? Mediline Plus dice que es un elemento natural que se encuentra en la tierra. En pequeñas dosis puede cambiar la piel de color así como generar verrugas, en grandes cantidades provoca la muerte, su ingesta prolongada es causante de cáncer.
            Continuando con el tema del agua y el arsénico: Rosa Manuela Salas, durante la mesa de trabajo número uno del congreso, afirmó que hay cinco pozos de extracción de agua cuyo nivel de arsénico exceden los de la norma, todos situados al sur poniente de la ciudad. Un gran número de pozos, la mayoría en el norponiente, tienen una calidad aceptable, mientras que la mayor parte de los pozos están con un nivel de calidad de alerta.
            Suena muy alarmante, y puede ser más: cualquier periódico encabezaría la nota como “Agua envenenada en Juárez” o “Grandes cantidades de arsénico en el agua potable” (a los medios les gusta provocar la histeria en la gente). El nivel de arsénico es preocupante, esos sí, pero no son cantidades como para morir al probar el agua.
            Mientras son peras o son manzanas; es cadmio o arsénico México y Juárez seguirá pensando que el agua es de mala calidad, seguiremos comprando botellas de agua para no tener que tomar “de la llave”, seguiremos gastando lo doble o más en agua y contaminando con muchas botellas de plástico.
           Me gustaría decirle “no compre botellas de agua, beba la que sale de la tubería”, pero no me atrevo, sé que, por lo menos en cinco pozos, tiene cantidades excedentes de arsénico y eso es preocupante, pero tampoco es para salir corriendo a comprar garrafones de agua. En casos así sólo se puede esperar a que lleguen mejores noticias (o peores). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario