Al este de Ciudad Juárez, en el Valle,
existe un yacimiento importante de gas shale bajo tierra, dicho energético
asegura su abundancia por casi un siglo. La explotación del mismo generara más
empleos ya que se pretende construir cuatro complejos petroquímicos en la
franja de Chihuahua a San Luis Potosí.
Según
palabras del economista del Banco de la Reserva Federal de Dallas, Jesús Cañas,
estos yacimientos le daría un giro económico
a esta frontera impulsando el crecimiento del país hasta un punto
porcentual del Producto Interno Bruto (PIB).
El
panorama es tentador, solo que existe una atenuante: el gas shale solo puede
ser extraído con el uso de la técnica de fracturación hidráulica, llamada también
“fracking”, un procedimiento que consiste en destruir toda la naturaleza que se
encuentre a su alrededor y que además contamina el agua del subsuelo.
Sinaí
Guevara, de la Campaña de Tóxicos de Greenpeace, ha explicado que el agua
utilizada para la técnica de fractura hidráulica, contiene una mezcla de 353 sustancias
toxicas, también, que el 73% de los compuestos químicos que se utilizan para el
fracking pueden mermar la salud de las personas.
Guevara
también aseguro que si se encuentra a 800 metros de un poso, existe un 66% de
probabilidades de padecer cáncer, esto debido principalmente al benceno, metano
y tuleno, sustancias que son altamente cancerígenas.
¿Pero
que le ha dado cabida a semejante atrocidad?, esto en parte es gracias a La Reforma
Energética impulsada por el mismo Presidente de la Republica, Enrique Peña
Nieto. En otra regiones del país esta práctica
ya es una realidad, actualmente existen seis pozos dedicados a la extracción de
gas shale, todos bajo la operación de Petróleos Mexicanos (Pemex). Cada uno de ellos se ubican en Coahuila, pero
solo uno de nombre Habano-1 está operando, aunque a un nivel muy bajo ya que su
producción a decaído con gran rapidez.
Países
como Francia, Bulgaria, Alemania e Irlanda ya han prohibido esa técnica de extracción
por los de salud y al medio ambiente que representan, aun a pesar de que se han
emitido advertencias de las consecuencias que conlleva su práctica, en otros países
se sigue efectuando.
| Claudia
Campero, de Blue Planet Project, ha explicado como es el proceso de extracción
del gas, primero se ejecuta una perforación vertical de 1 a 5 kilómetros en el
subsuelo, posteriormente se hace un
corte horizontal hasta de un kilómetro. Dichas perforaciones se hacen
inyectando a presión agua mezclada con químicos, a fin de generar la salida de gas.
Los estados y ciudades que se verán
afectados por el franjón son Ciudad Juárez, Chihuahua, Piedras Negras, Coahuila,
Monterrey, Nuevo Laredo, Tampoco, Tamaulipas y parte de la región de Monclova.
La
verdad es que nadie experimenta en cabeza ajena y menos cuando se prefiere
igualarse a países que van a la vanguardia. Siempre la búsqueda del
mejoramiento económica del país beneficiara a todos, es algo cada uno busca,
pero si el coso es la vida de las personas y la deterioración del ambiente será
bueno hacerle ver a nuestros instituciones que sus prioridades no están bien organizada.
Mientras
tanto, la parte este de Ciudad Juárez se prepara para abrirle las puertas a la
nueva estrategia económica mexicana, un golpe más para esta ciudad que sin duda
ya ha aguantado muchos rounds. La pregunta aquí es ¿lo permitirán?
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