sábado, 14 de febrero de 2015

El gobierno estadounidense polariza información sobre fracking en el Golfo de México

Por: Miguel Silerio

Al comienzo de este año, la asociación ecologista Center for Biological Diversity, dedicada a la protección de especies en peligro de extinción y reservas naturales, presentó una demanda contra el gobierno de Estados Unidos por la escasez de información sobre el procedimiento de fracking que actualmente se lleva a cabo en el Golfo de México, de acuerdo con el portal norteamericano Hydrogen Fuel News.
La abogada de la asociación, Kristen Monsell, ha dicho que la información relacionada con la práctica del fracking debe ser de carácter publico y que el gobierno está obligado a decir cuándo, donde y cuánto se está permitiendo. Además, hizo hincapié en los riesgos ecológicos en torno a la extracción hidráulica que, señaló, afectan directamente a los mantos acuíferos y a la fauna marina.
La facturación hidráulica, comúnmente llamada fracking, consiste en la perforación de un pozo vertical que, a determinada profundidad del subsuelo, cambia su trayectoria de manera horizontal, seguida por la inyección de agua, arena y químicos que fracturan el subsuelo y facilitan la extracción de gas y petróleo. 
Dicha práctica ha causado controversia por los riesgos que puede representar para el medio ambiente y la salud, ya que ha sido relacionada con la contaminación del agua, la polución del aire, los movimiento telúricos y la introducción de sustancias químicas nocivas en el subsuelo.
Actualmente su práctica es motivo de discusión en algunos estados norteamericanos y en varios países Europeos, que aún están analizando su aprobación.
De acuerdo con documentos exclusivos obtenidos por los investigadores de Fault Lines, de Al Jazeera, grandes empresas de energéticos como BP, ConocoPhillips y Shell, además de cerca de dos docenas más, han obtenido, desde 2013, permiso del gobierno estadounidense para realizar extracciones hidráulicas en aguas profundas del Golfo de México. Esto al margen del derrame de petróleo que en 2010 provoco una tubería de la BP.
En México el fracking también ha provocado discrepancias. Mientras que en estados como Veracruz, Chiapas y Chihuahua los gobiernos estatales han apoyado la introducción del modelo, diversos grupos y organizaciones no gubernamentales, algunas de ellas con apoyo de partidos políticos, han manifestado su desacuerdo con el argumento de los riesgos ambientales.
Particularmente en Chihuahua, donde se han presentado conflictos por el agua en varios municipios,  el fracking ha sido condenado por organizaciones como ChihuahuaVSfracking, la Alizana Ciudadana  Chihuahua Contra el Fracking y El Barzón, quienes han alertado sobre los riesgos ambientales que dicha práctica podría tener especialmente en las regiones de Coyame, Valle de Juárez, Manuel Benavídez y Ojinaga.



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